sábado, 1 de agosto de 2009

Análisis comparativo del sistema microfinanciero en las instituciones financieras públicas y privadas

Actualmente, gran parte de la población de países en desarrollo cuentan con un limitado, y casi nulo, acceso a servicios financieros; todo esto debido a la ausencia de instituciones que faciliten alternativas de financiamiento a pequeños empresarios, la ausencia de garantías para acceder a créditos, el aumento del desempleo, entre otras muchas causas que restringen las posibilidades de desarrollo de los más desprotegidos de una nación. Ante estos escenarios, existen varias alternativas que podrían representar un alivio para la pobreza, así como soluciones viables para beneficiar a más sectores de la población, entre ellas, se encuentran las actividades microfinancieras, las cuáles se refieren a la provisión de servicios financieros como microcréditos, créditos escalonados renovables, ahorro popular, remesas, entre otras, a grupos con bajos ingresos, a fin de ayudarlos a aumentar su productividad, a mejorar e incrementar el nivel de ganancias que obtienen de sus inversiones, así como mejorar la calidad de vida de sus miembros y la de sus dependientes.

Hoy en día la globalización y los cambios constantes en las tendencias de la economía mundial, representan un factor de cuidado para el buen desenvolvimiento de las actividades microfinancieras en los países del tercer mundo, los cuáles deben ajustarse a una serie de medidas correctoras y estrategias económicas que les permitan adaptarse a ellos, de forma de que estén preparados para disponer de políticas sustentables, de mayor productividad y competitividad; sobre todo en los sectores de la población más desamparados, y se pueda cumplir con el objetivo fundamental de las microfinanzas.
Otro factor de cuidado, lo representan las condiciones locales, así como las estrategias consensuadas y de integración en proyectos que se orienten a estimular las actividades productivas de una región (facilidad de acceso a los servicios, promoción de actitudes empresariales, fomento de la cooperación entre empresas, entre otros), que conlleven al desarrollo económico local, sin perder de vista el horizonte nacional y mundial de desarrollo.

De acuerdo con el estudio realizado por Benítez y Delgado, cuya muestra u objeto de estudio fueron cinco instituciones financieras públicas y cinco privadas pertenecientes al Municipio Libertador del Estado Mérida, se evidenció que en Venezuela existe un surgimiento de las microfinanzas, pero que no cumple a cabalidad con el objetivo de las mismas, ya que el aporte social que ofrecen a la población más desfavorecida ha sido débil. Sumándole a ello, que no existe un consenso mancomunado entre instituciones financieras públicas y privadas, para el logro de objetivos comunes; ya que cada una de estas presentan distintas estrategias al momento de gestionar los programas microfinancieros. En el caso de las instituciones financieras privadas se tiene que estas manejan estrategias más cautelosas cuando penetran en nuevos mercados, es decir que luego de un periodo razonable de prueba, es que deciden realizar una inversión más vigorosa y masiva; mientras que las instituciones financieras públicas manejan estrategias flexibles de forma de integrar al sistema financiero formal clientes de bajos recursos sin garantías, sin trayectoria financiera, con periodos de gracia extensivos, entre otras. Por otro lado, ambas instituciones se rigen y cumplen a cabalidad un marco legal establecido por el Estado Venezolano, el cuál les exige ofertar servicios microfinancieros con el interés de crear las bases regulatorias que permitan fortalecer y desarrollar el mercado de las microempresas, pero aún así no reciben los aportes económicos que el estado les debe asignar a todas la instituciones financieras, en el caso de las privadas, quienes se han visto obligadas en muchos casos a utilizar medios propios para financiar dichas actividades.

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